Mostrando entradas con la etiqueta IGNACIO SANCHEZ-CUENCA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta IGNACIO SANCHEZ-CUENCA. Mostrar todas las entradas

sábado, 30 de mayo de 2020

Faladoiro (lugar no que se murmura)

 

 

La degradación madrileña.   Ignacio Sánchez Cuenca. 

      Desde comienzos de siglo, Madrid ha experimentado un proceso de transfor­mación económica acelerada. Para que se hagan una idea, en el 2000 la renta per cápita de ­Madrid era el 121,7% de la media española, y la de Catalunya, el 133,8%; 18 años después, la de Madrid ya era la más alta de España, con el 136,2%, frente al 118,3% de Catalunya.
Madrid es hoy una capital globalizada, con unas infraestructuras envidiables; es la sede de la mayoría de las grandes empresas españolas y un foco de atracción para las multinacionales extranjeras. Además, por ser la capital, tiene la administración central y las principales instituciones del Estado.
Resulta curioso que la pujanza económica y la ventaja comparativa de la capital no hayan tenido las consecuencias que suele producir el crecimiento. Fijémonos, por ejemplo, en el sector de la educación. Aunque Madrid se sitúa en cabeza en renta per cápita, está en la cola de España en gasto público por alumno, sale en posiciones mediocres en el informe PISA y el sistema universitario madrileño aparece sistemáticamente por detrás del catalán en todos los rankings. Resultados similares se obtienen, por ejemplo, en sanidad: Madrid es la comunidad autónoma que menos invierte en salud por habitante, tras Andalucía.
      ¿Por qué el desarrollo económico no se ha traducido en mejores resultados sociales? La respuesta, evidentemente, está en la política. La región de Madrid se ha vuelto muy conservadora. Sus clases medias y medias altas llevan apoyando mayoritariamente las políticas neoliberales del PP desde 1995. La hegemonía de la derecha resulta indiscutible. Hubo tan solo un momento de peligro, en las elecciones autonómicas del 2003, cuando, en medio del desgaste del gobierno de Aznar, el PP perdió la mayoría absoluta, si bien consiguió mantenerse en el poder gracias a una trama de empresarios afines al partido que pusieron el dinero para comprar a dos diputados del PSOE. Desde entonces, el apoyo de los madrileños a la derecha ha sido abrumador, a pesar de una lista interminable de casos de corrupción (con numerosos altos cargos en la cárcel). La lista de los últimos presidentes autonómicos produce vergüenza ajena. Es difícil entender que una región tan avanzada como Madrid haya tenido al frente a Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido y, ahora, Isabel Díaz Ayuso, la discípula más aventajada del trumpismo en España: todos ellos han sido protagonistas de escándalos pintorescos.
     El derechismo de una mayoría de madrileños llama la atención incluso en términos comparados. Como ha señalado José Fernández Albertos, los partidos de la extrema derecha suelen obtener porcentajes bajos de voto en las grandes capitales europeas, bastiones del cosmopolitismo y el ecologismo, con la llamativa excepción de Madrid. Por ejemplo, en París, en la segunda ronda de las presidenciales del 2017, el apoyo al Frente Nacional se quedó en el 10,3%, frente al 33,9% en el conjunto de Francia; en Madrid, en cambio, en las elecciones generales de noviembre del 2019, un 16% del voto fue a parar a Vox (algo por encima del 15% en toda España).Estoy seguro de que hay factores de economía política que explican una parte del conservadurismo madrileño: los grandes suburbios de nuevas clases medias, el avance de la sanidad y la educación privadas, la aspiración de muchas familias del antiguo cinturón rojo de Madrid de beneficiarse de la economía globalizada madrileña, etcétera. No obstante, creo que es necesario tener en cuenta también factores culturales e ideológicos.
     
En este sentido, debe recordarse que Madrid cuenta con una prensa encanallada que envenena el debate público no sólo con sectarismo ideológico, sino, sobre todo, con ese estilo agresivo y faltón que cultivan tantos periodistas e intelectuales de la capital. Madrid ha acogido a escritores y académicos de todas partes de España a condición de que porfíen en su discurso rabiosamente españolista y renieguen de sus antiguas convicciones progresistas. En la red conservadora de fundaciones, universidades privadas y escuelas de negocios, encuentran todos ellos múltiples foros en los que promover la ideología y los valores de esta derecha que se ve a sí misma liberal y moderna.
Ese ambiente ha contribuido decisivamente a que las élites funcionariales (abogados del Estado, técnicos comerciales, diplomáticos, inspectores fiscales, jueces, fiscales, etcétera), las élites empresariales y la generación de los políticos que vivieron la transición se hayan enrocado en posiciones políticas cada vez más conservadoras y autocomplacientes.
El complemento cultural de ese conservadurismo político se manifiesta en el pijismo que caracteriza a buena parte de la burguesía madrileña, cuyo horizonte intelectual pasa por comentar los restaurantes de moda y los últimos viajes y compras en el extranjero.
      Con la seguridad y la arrogancia que produce el bienestar económico, el discurso dominante de la derecha madrileña establece que la capital representa la modernidad y la globalización, así como una España orgullosa, liberal, universalista, que no pregunta por el origen de sus ciudadanos, frente a una Catalunya consumida por su ensoñación independentista, cada vez más localista y ensimismada. Yo no sé cuántos artículos habré leído en la prensa madrileña, en la conservadora y en la liberal también, sobre la decadencia cultural de Barcelona.
      Sin entrar a dilucidar si el relato madrileño sobre Barcelona es certero o no, lo que sí puedo decir con cierto conocimiento de causa es que esa autoimagen pretendidamente liberal de Madrid es pura superchería. Madrid es hoy el epicentro de un nacionalismo español cateto y excluyente que construye su primacía sobre la negación de la diversidad y de los sentimientos nacionales diferentes. Ese pretendido liberalismo se retrae y convierte en intolerancia en cuanto surge un atisbo de alteridad cultural.
      Quisiera subrayar que hay muchos aspectos de la ciudad que me parecen admirables: su vitalidad bulliciosa, su diversidad, su hospitalidad. Incluso entiendo que se valore el exotismo de que una capital europea mantenga el estilo de vida pijo tan característico de Madrid. Pero me produce una mezcla de malestar y vergüenza que una capital con el poderío económico de Madrid haya desaprovechado las ventajas de su espectacular desarrollo, contentándose con unas instituciones carcomidas por la corrupción, unos servicios sociales deficientes y una esfera pública tóxica y de baja calidad.


Un artículo del New York Times alerta ante el auge de Vox y lo compara con el nazismo


 

martes, 5 de febrero de 2019

Faladoiro (lugar no que se murmura).




SOBRE LA POLARIZACIÓN ACTUAL DE LA POLÍTICA Y LA VIDA. dos artículos, uno Sánchez Cuenca, otro Jordí évole.  

La polarización política puede ser definida como el vaciamiento de posiciones moderadas o centristas en  beneficio de posiciones extremas.  Ello han contribuido hoy en el mundo el enfrentamiento entre de  los dos partidos americanos, de las apariciones de Podemos y Vox, así como la cuestión catalana.
      Todo ello provoca un clima que desemboca en la intransigencia política o lo que es lo mismo las descalificaciones sectarias y un tono general de confrontación, como conclusión una situación en la que es difícil llegar al consenso.
       Esta situación fue la que imperó en Europa en los años veinte y treinta con las conclusiones que conocemos. Esta situación   impidió en esta época una alianza entre clases sociales que pudiese dar una estabilización al sistema político. No fue así y la polarización fascismo/comunismo tuvo sus resultados.
         Ahora bien, no podemos sacar conclusiones  de esos años  para la situación actual, afortunadamente. La situación de polarización actual existe pero es más artificial que real, es más espuma. No hay modos nuevos de organización social detrás de los polos de enfrentamiento. Nadie pone en duda la democracia representativa ni el sistema capitalista.
          Esta polarización actual no es buena y provoca más  enfrentamientos culturales e ideológicos que de fondo en cuanto al  modelo económico.
            Como causas de la misma, Cuenca, nos relata que son : el déficit democrático, la falta del poder real de los gobiernos que tienen muy poco margen de decisión, lo cual deja el debate de fondo en periferias culturales e ideológicas.  Miremos para el panorama político actual español y lo comprobaremos  de forma clara.
             Más causas que  alimentan esta artificial polarización son las redes sociales y las fake news. En este campo las ideas de la derecha y la derecha más extrema se han propagado de forma exponencial, copando las redes de información en la misma cocina del votante con consignas falsas muchas veces pero las más polarizadas en aquellos temas más sensibles y que bien adornados pueden encender la mecha del enfrentamiento.
             Tiene mucha importancia también el mundo globalizado, el neoliberalismo como ideología del orden existente, que transmite la idea de polarización y de enemigo al que niegue  esta existencia.
             El caso es que esta polarización  se transmite al terreno más personal de los ciudadanos que al situarse a uno u otro lado de los polos, presentan  una sociedad que intensifica la diferencia entre individuos.
               En esta misma línea y enlazando con el articulo DE JORDI ÉVOLE, digamos que no son buenos tiempos para los matices o estas a favor del independentismo catalán o no, o estás con los taxis o con los VTC, aquí no hay términos medios. O estás o no estás con la oposición  en VENEZUELA, si no estás es que estás con Maduro y punto. Es tal cual, y se nota  desde  las conversaciones de café hasta las tertulias de las televisiones y radios.
      Aquellos conciliadores de la transición, el consenso, el intentar ver en el otro algo que nos uniera par avanzar en lo común desde el respeto al diferente, hoy no vale. Conozco a una persona que por considera lo que eres por la gente que sigue en  Twiter y aunque le muestres que sigues a Abascal y a Pablo Iglesias a la vez, no le vale, porque el pecado es para el que sigas a Pablo Iglesias,  en este caso. Y uno se pregunta , si  no sabes lo que dice, o al menos un poquito, como es que puedes  opinar con tanta virulencia de lo que dice. No importa lo que diga, no quiere ni verlo, el  ya através de sus grupos de Wasap  recibe  lo que necesita, o sea la información que precisa y  por encima se la dan ya masticada y adobada con sus fake news, chistes complementarios etc. Ya  par que no  tenga que pensar y entre directamente en eficacia y sentencie. " a la hoguera".
         ¡Oh España de la vieja  Santa Inquisición porque no te liberarás de tus viejos fantasmas¡.



LOS CEREBROS HAKEADOS VOTAN.    YUVAL NOAH HARARI. El país 06/01/2018




Me reconozco admirador de YUVAL. He leído , y releido, sus dos libros de mayor éxito y disfruto con esa visión sociológica e histórica de la historia pasada y futura sobre  la humanidad y del hombre. Visión atrevida,  pero razonable aunque aveces parezca de ciencia-ficción en cuanto al futuro se refiere.
      Uno de sus Leif-motiv de sus  ensayos es la insistencia en el futuro relacionado con el control del cerebro humano. Ya sea  a través de las drogas o la robótica en un mundo plenamente tecnológico. Su fe en el futuro de las drogas y el pesimismo  sobre el control robótico de la humanidad dan miedo, pero es para pensarlo. En esta continuidad de pensamiento,  se refiere un poco a todo  este artículo que comentamos, pero centrado  en algo bien concreto como es la relación del control del cerebro humano por otros entes y el voto político de las democracias liberales actuales.
      LA  LIBERTAD HUMANA ESTA EN JUEGO, comienza Yuval. Y lo está por los nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos. Él, Yuval, que parte en sus teorías sobre el hombre de que es  fundamentalmente un conjunto bio-quimico que reacciona como tal a sus influencias  bioquímicas dando poco margen a su libre albedrio. El que  une las constantes genéticas  a las citadas bioquímicas, que  disminuyen el factor  del libre albedrio  en las decisiones humanas. Con su pesimismo existencial , Yuval, nos viene a decir que  la libertad de elección y  el pensamiento y discrecionalidad es una quimera. Si  si a ese individuo bio-químico,  mediatizado , le insuflamos un ambiente tecnológico y robotizado en el futuro,  el resultado es alarmante.
      Es en este punto donde pongo discrepancia o mejor dicho,  duda,  sobre el pensamiento de YUVAL, no sólo  porque el salto  parece  muy fuerte,  más allá de su crueldad y radicalidad, sino también por la falta de optimismo antropológico, que nos aboca a la desolación.
      Yuval, entra en materia repitiendo sus máximas sobre el liberalismo. Primero definiendo que   el liberalismo es  el  pensamiento heredado y  la gasolina con que funcionan  las democracias  liberales actuales. Para entendernos, en su concepto somos todos liberales, olvidándonos de la oposición liberal/conservador. Ese  LIBERALISMO  ha aguantado o resistido a la demagogia  de siglos de dictadores y autócratas que han intentado eliminar la libertad desde fuera. Eso está claro y es detectable por el liberalismo actual. Ahora bien, el liberalismo  hoy no sabe como defenderse de tecnologías capaces de corroer la libertad humana desde dentro.
       El liberalismo defiende la libertad humana porque considera al hombre superior a las demás especies animales. Y como ya hemos dicho, Yuval , en esto es transgresor al negar la mayor. Los sentimientos y las decisiones  humanas son consideradas como la máxima autoridad política y moral en el mundo actual. Para Yuval, como explica en sus libros, este mito de liberalismo está fundamentado  en la teología cristiana que concede a Dios la facultad de castigar o premiar al pecador o al buen creyente.
    El hombre tiene voluntad pero no es libre. Sus pensamientos y deseos no le ocurren porque el quiere, el no los elije. Le aparecen per se, por su condición bio-química.
      El libre albedrío fue útil. Gracias a el se luchó contra ideas como el Ku-Klus Klan o contra la homofóbía etc. pero hoy día el más manipulable es el que crea en el libre albedrío. Porque una persona que toma un decisión, compra algo etc. se ve satisfecha consigo mismo si lo ha hecho por su libre albedrio, aunque considere que está mal, le reconforta la idea de que lo ha hecho por que si, por su libre albedrio. Sin duda el escéptico del libre albedrio, dirá que no ha examinado que esa decisión es fruto de influencias o de sus propio carácter etc.


     Un algoritmo puede decir si alguien ya está predispuesto contra los inmigrantes, y si su vecina ya detesta a Trump, de tal forma que el primero ve un titular y la segunda, en cambio, otro completamente distinto. Algunas de las mentes más brillantes del mundo llevan años investigando cómo piratear el cerebro humano para hacer que pinchemos en determinados anuncios y así vendernos cosas. El mejor método es pulsar los botones del miedo, el odio o la codicia que llevamos dentro. Y ese método ha empezado a utilizarse ahora para vendernos políticos e ideologías.

Es especialmente importante conocer nuestros puntos débiles porque son las principales herramientas de quienes intentan piratearnos. Los ordenadores se piratean a través de líneas de código defectuosas preexistentes. Los seres humanos, a través de miedos, odios, prejuicios y deseos preexistentes. Los piratas no pueden crear miedo ni odio de la nada. Pero, cuando descubren lo que una persona ya teme y odia, tienen fácil apretar las tuercas emocionales correspondientes y provocar una furia aún mayor.


La inteligencia artificial y la bioingeniería están a punto de cambiar el curso de la evolución, nada menos, y no tenemos más que unas cuantas décadas para decidir qué hacemos. No sé de dónde saldrán las respuestas, pero seguramente no será de relatos de hace 2.000 años, cuando se sabía poco de genética y menos de ordenadores.
¿Qué hacer? Supongo que necesitamos luchar en dos frentes simultáneos. Debemos defender la democracia liberal no solo porque ha demostrado que es una forma de gobierno más benigna que cualquier otra alternativa, sino también porque es lo que menos restringe el debate sobre el futuro de la humanidad. Pero, al mismo tiempo, debemos poner en tela de juicio las hipótesis tradicionales del liberalismo y desarrollar un nuevo proyecto político más acorde con las realidades científicas y las capacidades tecnológicas del siglo XXI.

sábado, 26 de noviembre de 2016

De vez em quando um livro: LA DESFACHATEZ INTELECTUAL



                                             De Igancio Sánchez Cuenca. 

      El autor pone en cuestión la valía profesional de ciertos gurus de la opinión acerca de  sus opiniones políticas y sociales. En resumen el autor trata de demostrar en el libro que pesa más el nombre que el contenido en la opinión publicada en España. Que hay un papanatismo creado por los medios donde , especialmente escritores de prestigio, santifican, hablan, opinan, sobre cualquier tema político  y lo hacen sin fundamento, preparación, formación etc. Es una costumbre muy española dar garantía de opinión a fulanito que por ser un buen novelista ,sabe de todo  y lo que diga ya va a misa. 


  Vale la pena una lectura de este ensayo para   moverse en el proceloso mundo diario  de  la lectura   de la información diaria de periódicos, y medios de comunicación  etc. De vez en cuando es necesario tomar una pequeña vitamina que nos ayude a ver más allá del dedo y ver la luna. Aprovechando, el trabajo de  alguien  que se dedicó a estudiar un tema puede ayudarnos a sobrevivir sin caer en ser la piedra adosada al camino. Vamos a pensar por nosotros mismos. 

   Digo que es interesante para abrir mente y desterrar ciertos mitos, que por otro lado, han ido cayendo en parte. Si que aportan  estilo y muchas cosas a la prensa escrita, sin duda, pero debe haber una cierta equidistancia entre su obra y su opinión personal y voluntarista sobre cualquier cuestión nacional, sea  de lo que sea. 

      El autor no se corta en dar nombres propios y entra directamente a seccionar artículos, contradicciones  y opiniones poco fundamentadas de  personajes como Muñoz Molina, Savater, Vargas LLosa, Félix de Azua,  Cercasy un largo etc.   Carga contra  los medios de comunicación y la  información dirigida, de poltronas culturetas de gente que opina a  diario  desde un alto púlpito que ni siquiera entra en debatir con el resto de los mortales, pues han conseguido estar dentro del escalafón de la opinión en el top, donde lo que digan ya no se discute. Estos personajes según el autor comen y beben  y tienen intereses y sacan buenos réditos de sus escritos por eso se permiten incluso cambiar de opinión y sobre todo estar al lado del sol que más calienta. 
En ningún momento se pone en duda la valía profesional de estos intelectuales, en sus campos, se critica su poder de opinar sobre temas complejos políticos-económicos  y sociales sin preparar los temas y por encima de opiniones de  estudiosos de esos  asuntos. No se trata el tema de los profesionales tertulianos del día a día como pudiera parecer. No,  se va valientemente a censurar  con razonamiento  y demostración las opiniones que  tanto peso tienen del intelectual del momento.

         El autor hace una llamada a  sus víctimas, en el libro, y les dice , donde estabais cuando empezó la desigualdad, la crisis, la austeridad. Porque se oyó tarde, mal y tímida vuestra voz ante temas sociales y democráticos en el país. Tal vez no tengais la preparación  suficiente  que da la improvisación   para aportarnos algo  que nos hubiera servido  de guía , por encima del debate político  y  nos hubiera iluminado como pueblo y nación. 

AQUÍ UNAS FRASES EXTRACTADAS DE LA INTRODUCION DEL LIBRO. 

"son muchos los intelectuales que han interpretado el reconocimiento público que reciben por su obra literaria o ensayística como una FORMA DE IMPUNIDAD. Llegados a cierto punto de "consagración" saben que digan lo que digan  por muy arbitrario o absurdo que resulte, nadie les va a mover la silla.

El análisis político ha evolucionado muchísimo. En los ochenta  se realizaba en términos muy superficiales y literarios  con grandes dosis de subjetivismo hoy hay expertos que aportan argumentos que tienen más base que la pura ocurrencia. Los escritores consolidados   siguen opinando sobre política  sin haber hecho un esfuerzo por aprender  y estudiar, sobre ciertos temas acerca de los cuales no tienen reparo en ofrecer tesis rotunda.   La vanidad de los personajes que han creado  aceptan muy mal la crítica. Cualquier desacuerdo  es un ataque personal. Rehuyen el debate y con frecuencia desautorizan de forma oblícua, sin citarlo, al que sostiene una idea contraria porque su nombre esta debajo del escalafón en la jerarquía de las letras.     Sus tema recurrentes suelen ser el nacionalismo y el ser de España. Por eso cuando en la crisis se vió la desigualdad y la injusticia social  apenas tienen nada que decir. A partir de que surgió el fenómeno PIKETTY con   "E capital del siglo XX" que insiste en el aumento de la desigualdad, entonces es cuando con retraso se habla del fenómeno. No suelen escribir de lo que sucede fuera de España, dando la sensación de autarquía   intelectual y provincianismo.
     Vaguedades y exámen superficial sobre temas varios para terminar con un "HAY QUE" contInuo  acerca de reformas.  Sin aportar solución o pista para empezar a hacer"